Hoy toca repaso compañeros
y si epopeya de Valparaíso era
bajo los días del malecón militante
hoy lo niegan todos los difuntos, aunque llueva
pero no la Erna.
A la hora doctrinaria en la cantina
que es el bar Cinzano,
permanecen en la sala de espera
detenidos
los alumnos y el traidor nato.
Son 2 horas de plena madrugada en este bar
y no doy con el poema de la Erna.
Ni con dios,
mas doy con todos.
Son 2 horas de liturgia en el Cinzano
Son 2 horas de liturgia en el Cinzano
siendo cada uno copia de sí mismo
mutilado el jovial de sus amores
y el destino que le tenían preparado.
las horas deste bar humeando
y 100 a los que amo.
En el mingitorio del Cinzano
ya nadie escribe
y yo no rimo en la baranda
a pesar del tango y de la banda.
Viveca me arremete vestida de celeste
para que yo olvide el lienzo rojo
que era la bandera de sus duchas
Andrea nos patea fuera del banquete
y con razón.
Monseñor Vitucho ya no bendice
a este grupo de indecentes.
La Valkiria dejó de amar nuestros combates
y solo tira besos imparciales
porque así lo ordena el protocolo de una reina
Y en Paris con 3
sosteniendo el aguacero
se nos murió Juan Sinn
Marina me da miedo
pero no la Erna
Mario persiste ajeno y fetal
nunca sabremos cuánto amamos a los maestros:
En el mingitorio del Cinzano
ya nadie escribe
y yo no rimo en la baranda
a pesar del tango y de la banda.
Viveca me arremete vestida de celeste
para que yo olvide el lienzo rojo
que era la bandera de sus duchas

y con razón.
Monseñor Vitucho ya no bendice
a este grupo de indecentes.
La Valkiria dejó de amar nuestros combates
y solo tira besos imparciales
porque así lo ordena el protocolo de una reina
El Pájaro se despluma de nosotros.
Liliana nos dejó su beso impreso.
Pancho se despide desde el muerto
Pancho mismo.Y en Paris con 3
sosteniendo el aguacero
se nos murió Juan Sinn
guardo el dibujo de sus pies
señalado en el pliego de una larga caminata
que serpenteando como víbora de fuego
nos dejó encomienda con las marcas de su flama.
Alejandro llora cuando mira las estrellas
pues ha dejado de fumar sin apagar nuestros rescoldos
Carlos amenaza con el paredón popular
(los torturados tiene derecho a una vuelta gratis)
Patricia fue hallada en el Dicom
y no concluye el beso que todos esperaban
Marina me da miedo
pero no la Erna
que me abraza y que me quema.
Max,
el viejo y el Max que nos amarra
con las primeras clases
que eran aventuras y guerrillas
bebidas de pura fantasía con tremendos rezos
héroes sin tumbas
y palizas
el viejo y el Max que nos amarra
con las primeras clases
que eran aventuras y guerrillas
bebidas de pura fantasía con tremendos rezos
héroes sin tumbas
y palizas
Ismael es un francotirador de impuestos tristes
tal cual era su fachada combativa.
Mario persiste ajeno y fetal
- Soy el maldito padrino de tu hija Milena Marina - le digo.
Dentro de sus ojos está el abrazo para mí
y para Erna
Pablo Mondragón,
Kica Schweitzer,
Julio Rojas,
Sergio Rojas,
Ignacio Egaña
Osvaldo Muñoz,
Sergio Benavides
y Hugo Rivera
Y sobretodo Myriam Waisberg por supuesto.
Eitel ordena las migas de pan dispersas en la mesa.
que serán las transitorias para Gretel
Fernando me sonríe entre volutas
pues conoce las vueltas de la vida
y las penas que desnudan las bandejas tristes
del garzón sin sus propinas en esos bailes.
Al Chico le tiritan los labios.
...Se volcó un vaso de vino
sin derecho a ser nombrado.
Plinio sigue ausente como un ángel
sin arrancarse del rebaño
soñando en la mujer secreta y solitaria
en los pliegues del cartón de una maqueta
donde podrá llorar a oscuras cuando su ángel le toque la corneta.
Lucho habla de lo mismo sin dar traspié
y sin perder a esa mujer que lo atormenta
y sin perder a esa mujer que lo atormenta
desde la niñez de invierno.
Y al repasar la lista hay un sólo nombre:
E U C A R I S T Í A
pero en griego para todos ellos.
Y está la Erna.
Repito historias viejas con las mismas letras
Y los recuerdo a todos, incluso a mi pasado.
pero al estar frente a cada uno me diluyo
me disperso y contraataco.
Me siento torpe, asustado con cualquiera que se ponga por delante
Eufórico del gesto y del abrazo
sigo fiel con todos
contra el viento sigo a mi bandada
aunque todo esté cambiado
por culpa de tal o cual marea.
sigue bella la Antonieta
y la Berta;
la que en otra esposa fue mi vida
Ni me explico!
¿Son las muertas?¿Son las nuestras?
¿Dónde termina el horizonte de la historia de la escuela?
¿O en la batalla te morías haciendo de la espuma rojinegra
páginas de cuentos infantiles?
Son Berta y Antonieta de huesos y de carne
cubriéndose de estrellas y lunares
mientras dos de todos las recuerdan.
Olas de este porte abandonan los fantasmas
del viejo acorazado Argos
del velero carcomido por el miedo.
No es el mar el fondo inmenso, si no este bar
el que nutre de náufragos hermosos
como Ulises o Teseo.
Al compartir este panfleto o crónica patriótica
un 19 de noviembre del 93
y del poema Gebla
políticamente por supuesto.
Julio de su camioneta de 25 millones.
Más valía la fe de Paul Éluard
que lo cubría en sus primeros pasos
con esa claridad que da tremenda risa
Vuelvo a fumar señor Zeno, y comentamos:
Al chistoso le darán el Nobel
y al marcado el Nacional
uno sobrevive por el caldo de cabeza
y el otro por tan sólo militar.
Persistimos voyeristas con el gran angular.
Por si acaso
a nadie más le interesa ese ganado.
…Y que sigan los portazos con el lenguaje superado
valpozando en la cresta del murelio.
Son cosas del pasado con su trozo de luna que preciso
o aves marinas y salobres
cruzando el resto de las tumbas de las olas
o espejo azul del cielo que evapora
a gran velocidad nuestros sepulcros
y alborota.
El Maharichi derivó en juez de menores
La vanguardia fue descuartizada.
- ¡Qué duda cabe!- Miren todas esas canas
perdiendo sus virtudes
parecen senadores vitalicios
veraneantes.
Erna, camarada
todo inicio está en la escala del Seguro Obrero
y en la frontera de los fuegos
que es el par de lunas de tu pecho
pero en un bar, se acaba toda la jornada.
- En el mingitorio -
para ser exacto
ya que siempre fuimos la carnada.
Desnudos cráneos senatoriales
casi tumbados, todos perfectos.
A la quinta hora del Bar Cinzano, lo somos
casi tétricos,
porque la rima siempre fuerza,
somos todos arquitectos.
y que ingenuos como somos,
confundimos con pompones.
El viaje es sin retorno
y el boleto es la hoja que se lleva el viento
para levantar la otra semilla.
del Jorge, del Pepe Soto
y de la Esther ¿y tú quién eres?
Vuelvo a hablar de Vallejo y de Gebla
mas carne a carne golpeannos la mesa
y se derraman desde el cielo viejo
A la Erna deseosa
siempre le tembló la mano.
Un rucio grita: ¡Viva la arquitectura!
Levanto el pulgar como protesta, el puño, la V,
la palma de la izquierda y la derecha
y aplaco mi sed de venganza en el Cinzano.
Hay que tener siempre
que a su nombre alzan voces con el grito de la guerra.
¡ERNA!
(no te duermas)
Al cielo del Cinzano le sobran manos de pintura
con sus toses y fumadas no caen ni pesares
con sarcófagos colgando funcionarios
o medallas del mismo corazón envejecido
¡Que lo sepan sus alumnos!
El hijo se despide de sus pares
El próximo año conoceré el último dolor
hermano de los primeros sueños.
Es mi destino.
Tal vez yo sea el último en morir
o la Erna
prodigando como siempre
esas rancias bendiciones
que nos caen cual pendones.
..
Y los recuerdo a todos, incluso a mi pasado.
pero al estar frente a cada uno me diluyo
me disperso y contraataco.
Me siento torpe, asustado con cualquiera que se ponga por delante
Eufórico del gesto y del abrazo
sigo fiel con todos
contra el viento sigo a mi bandada
aunque todo esté cambiado
por culpa de tal o cual marea.
sigue bella la Antonieta
y la Berta;
la que en otra esposa fue mi vida
Ni me explico!
¿Son las muertas?¿Son las nuestras?
¿Dónde termina el horizonte de la historia de la escuela?
¿O en la batalla te morías haciendo de la espuma rojinegra
páginas de cuentos infantiles?
Son Berta y Antonieta de huesos y de carne
cubriéndose de estrellas y lunares
mientras dos de todos las recuerdan.
La tormenta nos entierra sin ni un duelo
junto al mar y a dos pasos deste vaso amargo.Olas de este porte abandonan los fantasmas
del viejo acorazado Argos
del velero carcomido por el miedo.
No es el mar el fondo inmenso, si no este bar
el que nutre de náufragos hermosos
como Ulises o Teseo.
Al pisar la playa blanda como nube
no tuvimos miedo en nuestra incertidumbre.
no tuvimos miedo en nuestra incertidumbre.
y a la sombra de adoquines combativos
nuestros pasos comprobaron lo que era cierto;
la historia transcurrida era apenas un paseo.
un 19 de noviembre del 93
Sonia me pregunta:
¿Qué es poesía hoy que estoy de cumpleaños?
Y Cárcamo Rubén emite su carcajada solitaria
de nazareno en su madero apolillado.
Yo hablo de Vallejo
del que murió lloviendo a cántarosy del poema Gebla
políticamente por supuesto.
Julio de su camioneta de 25 millones.
Más valía la fe de Paul Éluard
que lo cubría en sus primeros pasos
con esa claridad que da tremenda risa
Vuelvo a fumar señor Zeno, y comentamos:
Al chistoso le darán el Nobel
y al marcado el Nacional
uno sobrevive por el caldo de cabeza
y el otro por tan sólo militar.
Persistimos voyeristas con el gran angular.
Por si acaso
a nadie más le interesa ese ganado.
…Y que sigan los portazos con el lenguaje superado
valpozando en la cresta del murelio.
Son cosas del pasado con su trozo de luna que preciso
o aves marinas y salobres
cruzando el resto de las tumbas de las olas
o espejo azul del cielo que evapora
a gran velocidad nuestros sepulcros
y alborota.
Aparece un sacerdote simulando un vendedor de biblias
con su vocabularia espada
relampaguea como siempre las mentiras viejas.El Maharichi derivó en juez de menores
La vanguardia fue descuartizada.
- ¡Qué duda cabe!- Miren todas esas canas
perdiendo sus virtudes
parecen senadores vitalicios
veraneantes.
Erna, camarada
y en la frontera de los fuegos
que es el par de lunas de tu pecho
pero en un bar, se acaba toda la jornada.
- En el mingitorio -
para ser exacto
ya que siempre fuimos la carnada.
Desnudos cráneos senatoriales
casi tumbados, todos perfectos.
A la quinta hora del Bar Cinzano, lo somos
casi tétricos,
porque la rima siempre fuerza,
somos todos arquitectos.
Tal vez por eso de las ciruelas secas
o por nuestra ropa vieja llena de crespones
en la cual ya asoman larvas ranciasy que ingenuos como somos,
confundimos con pompones.
El viaje es sin retorno
y el boleto es la hoja que se lleva el viento
para levantar la otra semilla.
Vuelvo y vuelo
lúdicamente por supuesto
a los mismos lugares de la Ernadel Jorge, del Pepe Soto
y de la Esther ¿y tú quién eres?
Vuelvo a hablar de Vallejo y de Gebla
mas carne a carne golpeannos la mesa

sucesivamente, como vasos
frágiles, baratos,
mansos como besos,
los comensales.
A la Erna deseosa
Un rucio grita: ¡Viva la arquitectura!
Levanto el pulgar como protesta, el puño, la V,
la palma de la izquierda y la derecha
y aplaco mi sed de venganza en el Cinzano.

una conducta perfecta en los velorios.
Se tiene Guillén de su presidencia
Se tiene Vladimir de su pintura
Se tiene Agustín del parapente
en la edad de la inocencia con sus hembras.
Se tiene Castro de la sueca
Se tiene el calvo Anabalón
de las llamas que ardieron en su calva
y sus dedos
Se tiene el calvo Anabalón
de las llamas que ardieron en su calva
y sus dedos
sin contaminar, tal como era su deseo.
Son todos ellos los únicos letales que me quedan
y por ellos camino con orgullo
como invicto
sin rendirme y a su nombre.
en su pudor rosado
y en el manubrio argento de mi bicicleta pía.
Es sumamente necesario que se formen a un costado del camino
tanto derrotado
y hacia el otro los suicidas
que como blancas dentelladas del mar Rojo
nos llevarán a esa tierra prometida.
Se juntarán esas paredes
Se juntarán esas paredes
plagado de tritones y sirenas
propalando sus mitos y leyendas.
No hay guerreros para nuestra reina.
Sólo diptongosque a su nombre alzan voces con el grito de la guerra.
¡ERNA!
(no te duermas)
Al cielo del Cinzano le sobran manos de pintura
con sus toses y fumadas no caen ni pesares
Nadie se hace cargo de los gastos.
Los gastos generales.
En estos mismos van los mártires y cínicos
amorosos y dolidos, viudos y maestroscon sarcófagos colgando funcionarios
o medallas del mismo corazón envejecido
¡Que lo sepan sus alumnos!
A la hora impar
me despido de puntillas,
pendular en cada abrazo para que vuelvan utopías
como besos que alguna vez te di.El hijo se despide de sus pares
El próximo año conoceré el último dolor
hermano de los primeros sueños.
Es mi destino.
Tal vez yo sea el último en morir
o la Erna
prodigando como siempre
esas rancias bendiciones
que nos caen cual pendones.
..