Reléntame los tropos al mismo tiempo que me acuno
Acúsome sin miedo a la venganza
tantos rieles me cruzaron por el pecho
que nadie tiene miedo a lo ocurrido.
Será la hora de irnos limosneros
cuando aparte de ti las copas y sus migas
y también cuando partas el pan con tus mentiras
que mucho más partieron mi corazón
todas las verdades que esperaba y que no fueron
Si la hora suspicaz trabó su tiempo
más se abre la herida y sus galopes
Aparta esa copa al caer la tarde hermana
sin miedo a la venganza
ni a lo que vuelva.
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