Por siempre supuran tus muertos.
Perduran las olas de polvo caliente
y se apagan tus velas mejores.
Por siempre tus muertos abiertos
marchitan de torres mis flores.
En humos persiste la hoguera
y por siempre clavando de furia
estalla el arcángel maldito
en el dintel de tu casa doliente.
…
Me sentaré en el umbral
televidente.
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